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Te imagino con sólo tus tacos altos y una diminuta tanga negra, bailando para mí en esa habitación para nosotras solas. La música es sensual; pero el balanceo de tu cuerpo es lo que realmente me vuelve más loca todavía. Ya estoy desnuda y zambullo mis dedos entre mis labios vaginales, mientras veo que me estás mirando de reojo, sonriendo y mordiéndote el labio. Me estás provocando a full y eso me gusta… Te vas acercando a mí, pidiéndome ayuda para sacarte la tanga. La deslizo por tus muslos y. apenas llegan a tus tobillos, meto mis dedos traviesos en tu concha ardiente. Estás empapada… Me estr… Read more

Miro tu foto y me imagino acariciándote lentamente... Recorro tus piernas torneadas con mis manos, hasta llegar a tus labios vaginales húmedos y calientes. Deslizo mi lengua entre ellos y te oigo gemir. Siento la presión de tus manos detrás de mi nuca; pidiéndome que te meta mi lengua más profundo, más a fondo de tu concha que ya casi está por explotar… Tu clímax se aproxima, puedo notarlo en el temblor de tu cuerpo. Tus hermosas piernas flaquean y entonces te arqueas aullando… Cuando dejas de temblar te arranco el vestido y admiro tu cuerpo desnudo. Me humedezco y vos te das cuenta… Tu mano… Read more

Me siento culpable. Siento esa horrible culpa de haberle dicho a ella que se fuera y me dejara sola, cuando en realidad, mi interior me gritaba que le pidiera quedarse conmigo a pasar la noche. Pero fui terca y no le perdoné su terrible traición. Ahora estoy sola en mi gran cama casi vacía, pensando que ella también va a estar así. Aunque yo me siento peor… Allí está el teléfono a mano; pero no soy capaz de estirarme para teclear y pedirle que regrese a mi lado. No lo haré. Mis dedos se hunden en mi vientre, mientras sueño que son los dedos de ella; esos que siempre me han hecho gozar como una… Read more

Te siento completamente entregada a mis deseos; tu espalda apoyada contra la pared y mi mano sujetándote las muñecas amarradas por encima de tu cabeza. Te miro a los ojos; mientras aspiro ese olor a hembra que tanto me excita; ese olor que ahora mismo deja escapar tu cuerpo desnudo. Estás hermosa; etérea; deseable… Mi mano libre desciende por tu vientre, descubriendo pronto tu pubis suave y delicadamente depilado. Mis dedos separan suavemente esos hermosos labios vaginales y entran en el calor y la humedad de tu cuerpo. Te oigo gemir de placer; tus ojos me siguen mirando, como si quisieran ped… Read more

Su gruesa verga entraba y salía de mi concha empapada sin piedad, a una velocidad increíble y con una potencia tremenda. Los ruidos de los azotes, junto con mis gemidos, podían oírse en toda la casa. Cuando ambas estábamos cerca de llegar al orgasmo, mis caderas encontraron el mismo ritmo de sus embestidas y entonces mi concha comenzó a temblar, anunciado lo que yo sabía tan bien: iba a acabar… Continuó bombeándome cada vez más duro, sin detenerse, más y más; mientras ella iba preparándose para su propio orgasmo. Yo quedé ahí, apoyada en el umbral de la puerta, exhausta y entregada, mientras… Read more

Esparció el aceite por mis nalgas, por mi cintura, por mi pubis depilado… Se demoró acariciándome, muy lentamente. Se acercó a mi estrecha abertura que lo esperaba ansiosa… Pero solamente la rozó; una ligera presión… Varias veces. Entonces lo sentí entrar… Metió todo su dedo índice… y esta vez no lo sacó. Lo dejó allí. Inserto… pero quieto. Yo estaba con la cara vuelta hacia él… con los ojos cerrados. Pero sentí que me estaba mirando y eso me dio mucha vergüenza. Entonces escuché su orden, perentoria: “Quiero que me mires y recuerdes que hoy fuiste tratada como puta”. Ser tratada como puta.… Read more

Duro, frenético, salvaje, a lo bruto, sin piedad… Así es como me gusta que me tomes; la sensación de tenerte dentro de mi cuerpo me vuelve totalmente loca. Tus manos aferran mi cintura, impidiéndome escapar del ritmo que le imprimen tus golpes de caderas a mi cuerpo; así es como me gusta sentirte; bombeándome sin darme respiro, mientras mis jadeos y aullidos te dicen que estoy gozando y sufriendo a la vez. Me estás usando como si fuera una muñeca; puedo sentir tus golpes dentro de mi sexo enfebrecido, mientras me penetras con esa enorme cosa adosada a tu cintura; entrando y saliendo, provocánd… Read more

“Es muy grande!!” “Como a vos te gusta” Le respondo. “Es todo para mí? Pregunta ahora sonriendo. “Por supuesto” Digo, mientras me acomodo mejor en el asiento. El primer contacto es suave, sus labios se acercan apenas entreabiertos; se depositan sobre la punta, luego su lengua traviesa recorre la porción más cercana a ella. Lo hace con suavidad. Es muy sexy y lo sabe, la muy hija de puta se aprovecha de eso, haciéndome desear besarla. “Me encanta” Dice mientras su sonrisa vuelve a iluminar su cara. Mucho más pronto de lo esperado, una gota del líquido cremoso y blanquecino se desliza hacia a… Read more

Te ato las manos a tu espalda. Con delicadeza, para que no te queden marcas rojas en tu suave piel. Te volteo boca arriba y entonces tu mirada suplica que no te cubra los ojos. Ya sé que tu morbo infernal pretende ver todo lo que voy a hacerte. Pero tu boca no se va a salvar. Te amordazo con ese mismo pañuelo, así podrás gritar y aullar todo lo que quieras, sin escandalizar a mis vecinos… Sonrío al verte así tan entregada a mis deseos. Te arranco esa diminuta tanga y te obligo a abrir tus sedosos muslos; mientras mi cabeza se zambulle entre ellos. Mi cara encuentra tu pubis delicadamente depil… Read more

Estoy en tu cama. Te he dejado amarrada y amordazada, para que no puedas gritar, apenas gemir de placer; ahora que voy a poseerte, a dominarte y a hacerte mía una y otra vez, como me lo merezco… Te he atado los brazos atrás, con el cinturón de tu vestido, que ahora yace a los pies de la cama. Tu pañuelo de seda negra me ha servido para taparte los ojos, para que no puedan ver lo que voy a hacerte, aunque ahora estás boca abajo… Muy suavemente empiezo a acariciar tu vientre, mientras sujeto tus cabellos fuertemente; así no puedes girar la cabeza y resistirte. Me inclino sobre tu cuerpo desnud… Read more

No me importa que sea un clérigo. Ni que sea un hombre mayor. Me excita su acento andaluz y su olor a macho. Me gusta su mirada que recorre mi cuerpo cada vez que me desnudo para él… Me arreglo la ropa y el pelo, mirándome en el espejo de su pequeño despacho en la sacristía. Mis piernas todavía tiemblan después de nuestro encuentro. Siento que sus ojos siguen devorándome con deseo. Pero se me hace tarde. Camino despacio hacia la puerta, contoneando mis caderas sugerentemente para él. Supongo que todavía quiere más… Al tocar el picaporte, él se echa sobre mi cuerpo. Me empuja contra la puer… Read more

“Dijiste que ibas a poner la mesa…” La miré furiosa y coloqué los dos platos con algo de rabia. Al hacerlo, se volcó un poco de crema. Pasé mis dedos para limpiar el derrame y entonces ella me exigió que se los diera. Los arrastró a su boca y los chupó con avidez. Entonces me volteó sobre la mesa, boca arriba. El cuchillo afilado desgarró el vestido y mi breve tanga. La crema fría vertida por mi cuerpo me arrancó un escalofrío de placer. Mis pezones duros, helados, ardieron bajo su lengua; que siguió los regueros de crema hasta mi vientre. Mis dedos se clavaron en su nuca y los suyos, en mi… Read more